Tour A tu Aire y Alejado de 10 Días de Verano en Islandia con Fiordos del Oeste, Snaefellsnes y Flatey

¡Bienvenido(a) a Islandia!

El día de tu llegada, aterrizarás en el Aeropuerto Internacional de Keflavik, ubicado en los desolados campos de lava de la península de Reykjanes. Recoge tu equipaje y tu coche de alquiler para los próximos 10 días y dirígete a la capital de Islandia, Reikiavik.

De camino a la capital islandesa, puedes hacer una parada en Blue Lagoon. Este spa geotérmico de fama mundial es conocido por sus aguas con propiedades beneficiosas, sus intensos colores azules y sus lujosos tratamientos. Está en medio de un campo de lava recubierto de musgo, lo que le da un aire mágico.

Sus aguas regeneradoras contienen sílice y azufre, lo que beneficia a las personas con diversas afecciones cutáneas. Además, la temperatura media del agua de la laguna oscila entre 37 y 39 °C, lo que brinda una sensación de relax y confort. 

Si añades Blue Lagoon, se organizará en función de tus vuelos. Si hoy no tienes tiempo para visitar la laguna, se puede añadir para otro día. Tu agente de viajes podrá organizarlo por ti.

Son muchas las cosas que ver y hacer en Reikiavik y la península de Reykjanes si dispones de tiempo libre adicional.

Puedes comenzar tu aventura en Islandia explorando la península de Reykjanes.

Dado que el Aeropuerto Internacional de Keflavik es el principal para quienes visitan Islandia, la mayoría de los visitantes conducen a través de este tramo de 50 km. Sin embargo, pocos se toman el tiempo para detenerse y explorarla, lo que convierte a la península de Reykjanes en el lugar perfecto para descubrir algunas joyas ocultas y lugares secretos.

Al igual que el Parque Nacional de Thingvellir, en la ruta del Golden Circle, Reykjanes se encuentra en los límites de las placas a lo largo de la Dorsal Mesoatlántica. Por esta razón, alberga una gran variedad de formaciones geológicas únicas.

Cuando llegues a la ciudad, acomódate en tu hotel y relájate. Si el/la explorador/a que llevas dentro todavía tiene ganas de más, pasea por las calles de Reikiavik y echa un vistazo a las maravillas arquitectónicas de la ciudad, como el auditorio Harpa y la iglesia Hallgrimskirkja.

Harpa acoge exposiciones, conciertos y festivales durante todo el año. Posee una preciosa fachada con 714 paneles de cristal con iluminación LED, que iluminan el edificio por la noche.

En cuanto a Hallgrimskirkja, se trata de la iglesia más alta de Islandia, con 74,5 m de altura. Al visitar la iglesia, se puede subir a su torre para disfrutar de unas vistas inigualables de la ciudad.

Pasarás la noche en la capital.

Tu segundo día se centra en explorar la parte oeste del país. Recuerda que se trata de un tour a tu aire en coche, por lo que tú decides cuándo salir a la carretera.

Cuando sea hora de salir, dirás adiós a la ciudad y te adentrarás en la salvaje naturaleza islandesa. Los próximos días estarán repletos de verdes valles, magníficas cadenas montañosas, pueblos remotos y lugares apartados, fuera de las rutas turísticas. 

Conduce hasta la región de Borgarfjordur, en el Oeste de Islandia. Ubicado entre las rugientes olas del océano Atlántico en el oeste y los imponentes glaciares en el horizonte del este, el fiordo de Borgarfjordur fue un oasis para los vikingos hace más de mil años.

Y así sigue siendo hoy día, con una población de unos 100 habitantes, fiordos circundantes y unos 170 km de rutas de senderismo. Con tantos senderos en la zona, seguro que encontrarás uno que se adapte a tu forma física. 

La próxima parad será en la localidad de Borgarnes, a unos 9 km de Borgarfjordur. Aquí podrás aprender cómo era la vida de antaño de los islandeses y visitar dos museos.

La temática del Centro de Asentamientos (The Settlement Center) es tanto sobre la época de la colonización de Islandia como en la Saga de Egill, poeta y guerrero de la era vikinga. En cuanto al segundo, el Museo de Borgarnes, podrás presenciar una progresión visual de los últimos 100 años a través de fotografías de los niños de este pequeño pueblo islandés.

Antes de llegar a Borgarnes, tienes la opción de hacer un desvío a las cascadas de Hraunfossar y Barnafoss. Hraunfossar es una serie de cascadas que fluyen sobre acantilados de lava negra. Por su parte, Barnafoss se precipita violentamente a través de un canal estrecho y rocoso. Estas dos cascadas están a solo 15 metros una de otra.

Continúa conduciendo a través de frondosos campos y valles del oeste de Islandia hasta llegar a la península de Snaefellsnes, un tramo repleto de cascadas, espectaculares costas, playas negras de grava, majestuosas montañas, campos de lava y un imponente glaciar.

Detente en la joya escondida de los acantilados de Gerduberg. Este sereno, pero llamativo atractivo natural está formado por columnas hexagonales creadas por la tierra volcánica hace miles de años. Desde allí, dirígete a una de las pocas playas de arena blanca de Islandia, Ytri-Tunga, donde podrías ver focas descansando en la orilla.

No te pierdas la pequeña aldea de Budir, situada en los campos de lava de Budahraun. Aquí, tendrás la ocasión sacar unas inquietantes pero hermosas fotos de la iglesia negra azabache de la aldea y su cementerio alrededor. También puedes detenerte en el encantador pueblo de Arnarstapi, para disfrutar de unas extraordinarias vistas de las formaciones de acantilados y montañas circundantes.

Disfruta de las inigualables vistas de la costa en el pueblo de Hellnar antes de seguir tu viaje por la península de Snaefellsnes y su parque nacional homónimo. El día de hoy estará lleno de extraordinarios lugares, que bien parecieran sacados de una novela de fantasía, mientras el gran glaciar Snaefellsjokull, impregnado de grandes leyendas y folk, te vigila de cerca.

Conduce hasta los tapones de basalto de Londrangar, un par de picos gemelos que se elevan sobre el océano Atlántico como un castillo oscuro. El primer pilar mide 75 metros de altura y el segundo 61 metros.

Ambos son los restos de un cráter que el mar ha erosionado a lo largo de los siglos. A quienes les encante el senderismo, van a deleitarse en esta zona, ya que multitud de senderos poseen magníficas vistas de estos majestuosos picos.

Este día, puedes optar por viajar al mundo subterráneo de Islandia en una expedición a una cueva de lava. A 2.1 km de Londrangar se encuentra el tubo de lava de Vatnshellir, donde puedes recorrer el camino que el magma fluido creó hace miles de años.

Desde allí, te trasladarás a la hermosa playa negra de grava de Djupalonssandur. Para llegar a la orilla, tendrás que seguir un camino a través de un precioso laberinto natural hecho de rocas de lava irregulares. Caminar por este lugar te dará la sensación de adentrarte en un cuento de hadas.

La playa en sí es deslumbrante, pero con una sensación espeluznante y una historia algo oscura. Dispersos en la orilla se encuentran los restos de un arrastrero que naufragó allí en 1948, cobrándose la vida de cinco hombres. Por otro lado, la playa cuenta con cuatro piedras elevadoras utilizadas por los marineros durante siglos para comprobar su valía en el mar.

Continuarás tu viaje a través del Parque Nacional Snaefellsnes,  hacia el lado norte de la península, que da a la gran bahía de Breidafjordur. Breidafjordur alberga un sinfín de islas e islotes que rebosan una rica fauna marina y de aves. Si deseas ver algunos de estos amables gigantes de la bahía, puedes parar en el pueblo de Olafsvik para realizar un tour de avistamiento de ballenas.

Dirígete hacia la ciudad de Grundarfjordur, rodeada de espectaculares montañas, una de las cuales es la Kirkjufell en forma de punta de flecha. Kirkjufell es uno de los lugares más populares de la península en los últimos años debido a que apareció en una famosa serie de televisión, lo que le valió el apodo de 'La montaña de Juego de Tronos'. 

Una vez que disfrutes de esta icónica montaña, conduce 38 km y pon rumbo a la ciudad costera con encanto de Stykkisholmur. Este lugar es famoso por sus coloridas casas y excelente marisco.

En tu cuarto día, vas a embarcarte en alta mar para navegar por la hermosa bahía de Breidafjordur. Está rodeada de montañas y salpicada de innumerables islas que solo están habitadas durante el verano. Tu destino es una de esas islas, la apartada Flatey.

Puedes elegir ir directamente a Flatey por la mañana, o bien puedes ir por la tarde y pasar el día explorando la flora y la fauna de las islas en la bahía de Breidafjordur con el tour Viking Sushi Adventure, el cual culmina con un festín vieiras frescas y huevas.

Cuando dejes Stykkisholmur hacia la isla de Flatey, te montarás en el ferry Baldur y entregarás las llaves de tu coche al personal. Luego, llevarán tu coche a Brjanslaekur al otro lado de la bahía, ya que no hay necesidad de llevarlo y, además, no hay espacio para ello en esta pequeña y remota isla.

Después de navegar un rato, viendo cómo el gran glaciar Snaefellsjokull se desvanece en la distancia, atracarás en Flatey. Un camino de grava desde el muelle te lleva al pueblo de la isla, un lugar donde parece no haber pasado el tiempo. Verás  casas coloridas que bordean la calle, la mayoría construidas hace más de un siglo.

El nombre Flatey significa "isla plana" en inglés, por su aspecto llano. Apenas se notan colinas cuando te muevas por esta isla de dos kilómetros de largo y uno de ancho. Serás recibido por los únicos residentes de la isla durante todo el año: ovejas, gallinas y un solo perro, mientras haces una corta ruta hasta tu alojamiento para pasar la noche, el único hotel de la isla situado en la cala Gryluvogur.

Curiosamente, la escasa población de Flatey es una de las principales razones de su tranquilo entorno, con solo seis personas residiendo en esta aldea. Cuando la marea está baja, los niños juegan en la playa de Gryluvogur en busca de conchas y cangrejos.

Por la noche, puedes pasarte por el restaurante de Flatey, ubicado en un almacén reconvertido en la antigua plaza del mercado.

Tras la cena, puedes dirigirte al bar cercano en una bodega de sal abandonada del almacén. Aprovecha la claridad del sol de medianoche para recorrer la isla y disfrutar de este ambiente único y del encanto de este fascinante lugar.

Pasarás la noche en Flatey.

Hoy empieza tu quinto día de viaje. Aprovecha la mañana y sal a descubrir esta bella isla. La isla de Flatey posee una rica avifauna, así que es probable que observes algunos gaviotines árticos. Aunque si miras hacia los acantilados en el lado norte de la isla, es posible que veas algún frailecillo atlántico.

Puedes pasar la mañana haciendo senderismo por su pura naturaleza, observando murales únicos dentro de la iglesia de Flatey y visitando la biblioteca más pequeña de Islandia antes de subir al ferry de nuevo, esta vez con dirección a los poco transitados Fiordos del Oeste.

Dentro de la iglesia, verás hermosas pinturas en la pared. Baltasar Samper, el padre del respetado director islandés Baltasar Kormakur, es el autor de dichas obras de arte.

Asimismo, puedes visitar la escuela del pueblo, que data de 1929. Además, hay un faro construido en 1963. Se alza 22 metros sobre el nivel del mar, el punto más alto de Flatey.

Después de atracar en el puerto de Brjanslaekur, recoge tu coche y dirígete a una pequeña joya escondida, la piscina y aguas termales de Birkimelur. Se trata de un precioso lugar, situado en la desembocadura del río Mora y rodeado de nada más que montañas a lo lejos.

Desde allí, ve a ver la espléndida playa de arenas rosadas de Raudasandur, que se extiende desde las escarpadas montañas del este hasta Latrabjarg, la parte más occidental de Europa. La playa es un tramo de costa con arenas que presentan tonalidades de colores diferentes, tales como rosados, dorados y anaranjados, en lugar de las clásicas arenas negras, más comunes en el país.

Latrabjarg es también el acantilado de aves más grande de Europa, hogar de millones de frailecillos, alcatraces, araos y alcas comunes. Dada la ubicación remota de Latrabjarg, las aves son particularmente intrépidas y no conocen enemigos, salvo los zorros árticos. Esta particularidad te brindará la oportunidad de acercarte a ver frailecillos y otras aves, siempre con precaución y respetando su hábitat.

Al final de un día repleto de sitios de interés, podrás retirarte a descansar a un cómodo alojamiento en los Fiordos del Oeste.

Te despertarás el sexto día en los remotos Fiordos del Oeste, donde la tranquilidad y los impresionantes paisajes dominan la región. Debido al aislamiento de estos fiordos, son pocos los visitantes que se adentran en este lugar, lo que te permitirá vivir aventuras fuera de los lugares lejos de las multitudes.

Este día, te adentrarás en esta región, con la impresionante cascada Dynjandi enclavada en el fondo del fiordo Arnarfjordur. El camino a Dynjandi conduce por colinas escarpadas y montañas escarpadas que te ofrecerán vistas inigualables y panorámicas de los fiordos y valles circundantes.

Por el el camino, puedes hacer un alto para disfrutar de las piscinas geotérmicas y los baños calientes donde disfrutar de las cálidas aguas mientras respiras el aire puro de la montaña. La primera de estas piscinas, Pollurinn, a las afueras del pueblo de Talknafjordur, ofrece una vista clara de las bonitas montañas del fiordo de Talknafjordur.

En cuanto a la segunda, Reykjafjardarlaug, se encuentra más al este. Escondido en la hierba alta, cerca de la piscina, hay un pequeño cobertizo de césped dentro de una colina cubierta de hierba.

Conforme te vayas aproximando a Dynjandi desde la carretera, el estruendoso ruido de esta potentísima cascada a medida que cae 100 m. te recibirá. Esta cascada se abre en forma de abanico en la parte inferior y crea una forma piramidal única por la que es tan famosa.

Cerca de las cascadas se encuentra el pueblo de Hrafnseyri, donde puedes encontrar la casa natal restaurada de Jon Sigurdsson, el líder del movimiento independentista islandés del siglo XIX. También puedes conducir más al norte y visitar el peculiar 'Nonsense Museum' (Museo Sinsentido). Este museo alberga una colección de objetos extraños como bolígrafos, gorras de policía, maquetas de barcos y terrones de azúcar, por nombrar algunos.

Si buscas un museo más tradicional, Flateyri también cuenta con uno. Se centra en la historia del pueblo, especialmente en la avalancha que afectó a la zona en 1995. El museo también funciona como librería de segunda mano.

Otra opción es visitar la playa de Holtsfjara, una playa de arena blanca perfecta para construir castillos de arena. Los lugareños celebran incluso un concurso anual de castillos de arena para niños y adultos.

Tu alojamiento te esperará esta noche en una localidad de los remotos Fiordos del Oeste.

En tu séptimo día por Islandia, tendrás tu base en Isafjordur, una ciudad fascinante y el mayor asentamiento de los Fiordos del Oeste. Posee una cultura bulliciosa y un entorno natural increíble. Además, se encuentra cerca de los pueblos pesqueros más auténticos, donde uno puede conocer a fondo la historia de la región.

Entre estos pueblos pesqueros destacan Bolungarvik, Sudureyri y Flateyri. Para llegar a estos lugares hay que atravesar túneles de montaña o bien rodear los magníficos fiordos.

Bolungarvik cuenta con un excelente museo marítimo y es uno de los puertos pesqueros más antiguos de Islandia. Por sus vistas panorámicas, el pueblo se utilizó como lugar de rodaje de 'Sparrows' y 'Noi Ambinoi', dos excelentes películas islandesas.

Asimismo, es conocido como lugar de observación de aves y posee unas majestuosas vistas de la Reserva Natural de Hornstrandir, la zona más remota de Islandia.

Otra parada destacada este día pede ser Sudureyri, un remoto pueblo situado en la punta del fiordo Sugandafjordur. Este pueblito es famoso por su piscina, así como por su hermosa e histórica iglesia.

Al explorar el pueblo, podrás ser testigo de cómo los lugareños combinan sus ricas tradiciones pesqueras con el turismo. Visita el Restaurante Fishermen Kitchen para degustar la cocina local con pescado fresco del mar.

Por su parte, Flateyri, es un puerto con un interesante pasado. Además de sus museos, el pueblo ofrece excelentes oportunidades al aire libre.

Si hoy tienes ganas de aventura, puedes añadir una excursión opcional en kayak. No necesitas tener experiencia para participar en esta fabulosa excursión.

Este paseo en kayak por Islandia es la experiencia perfecta para un subidón de adrenalina y te brindará unas vistas absolutamente maravillosas. Te dará la oportunidad de maravillarte con la fauna silvestre, como aves marinas, focas y, posiblemente, ballenas.

También puedes aprovechar tu estancia en Isafjordur para visitar la magnífica Reserva Natural de Hornstrandir. Curiosamente, no se puede acceder a ella desde ninguna otra localidad.

Tras un día entero de exploración y aventura, pasarás otra noche en los Fiordos del Oeste.

Hoy, conducirás por las serpenteantes carreteras del poderoso fiordo de Isafjordur. Antes de partir, asegúrate de explorar primero la ciudad de Isafjordur. Tiene algunas de las casas más antiguas del país, que datan del siglo XVIII, y también se dice que tiene el mejor restaurante de mariscos de Islandia.

Isafjordur es considerada la capital no oficial de los Fiordos del Oeste. También es el centro de comercio, educación y servicios de la región. Aparte de las hermosas casas antiguas, varias montañas complementan el mar, dando como resultado un paisaje, sencillamente, impresionante.

Desde sus días como centro pesquero y comercial en el siglo XVI, Isafjordur conservó su identidad de ciudad orientada al mar a pesar de los cambios sufridos a lo largo de los años. Una vez que hayas disfrutado de su belleza natural, pásate por el Restaurante Tjoruhusid para degustar uno de los mejores mariscos que posiblemente jamás hayas probado.

Desde allí, puedes caminar hacia el Museo del Patrimonio de los Fiordos del Oeste, dentro de uno de los edificios más antiguos de la región. El museo alberga exposiciones que narran la importancia cultural e histórica de estos fiordos al oeste de la isla.

A continuación, puedes conducir 1,3 km hasta la Casa de la Cultura, un lugar donde se guardan antiguos artefactos hospitalarios. El edificio fue un hospital que hoy día es la biblioteca pública de la ciudad.

La localidad de Isafjordur también ofrece oportunidades para practicar actividades al aire libre. Puedes hacer kayak o realizar rutas de senderismo si tu visita es en verano. En invierno, en cambio, se puede practicar snowboard o esquí.

Puedes echar un vistazo al pasado islandés con una visita a la isla Vigur, ubicada a un corto trayecto en barco desde la ciudad de Isafjordur. En Vigur, aprenderás sobre las costumbres de los lugareños, que utilizaban tanto la tierra como el mar para sobrevivir en el arduo clima islandés y sin tecnología moderna. La isla posee también una riquísima avifauna e incluso podrías ver algunas focas descansando en la orilla.

Antes de dirigirte hacia el sur, puedes desviarte rápidamente hacia el pueblo de Bolungarvik. Allí, puedes encontrar un Museo Marítimo compuesto por bases de pesca del siglo XIX y cabañas con tejados de césped. El encargado y conservador del museo te recibirá con un traje tradicional de pescador islandés.

A los amantes del senderismo les encantará la montaña Bolafjall, situada justo en lo alto del pueblo. La vista desde la cima es alucinante y, en un día despejado, se puede divisar Groenlandia.

Cuando estés listo para partir, conducirás por los sinuosos fiordos hasta los Fiordos del Oeste más al sur, donde pasarás la noche en un alojamiento.

Hoy es tu último día completo en Islandia, así que va siendo hora de decir adiós a los emblemáticos Fiordos del Oeste de Islandia. El viaje de vuelta a la ciudad de Reikiavik es largo pero panorámico, ya que atravesarás los verdes valles de la costa oeste.

Antes de llegar a la capital y toda su modernidad, puedes realizar una parada y ver cómo era la vida hace mil años en la Eiriksstadir. Encontrarás un museo al aire libre con una casa de césped islandesa reconstruida de la era Saga. También podrás admirar las ruinas de una antigua granja que se cree que fue el hogar del vikingo Erik el Rojo y el lugar de nacimiento de su hijo, Leif el Afortunado.

Más al sur se encuentra el segundo glaciar más grande de Islandia, Langjokull. Mide unos 50 km de largo y hasta 20 km de ancho. Su espesor máximo es de 580 m y su punto más alto se eleva a 1450 m sobre el nivel del mar.

Un intrincado sistema de túneles ha sido tallado en el antiguo hielo. Hoy, puedes participar en una excursión por estos túneles donde podrás explorar el mundo azul y blanco del interior del glaciar. El sistema de túneles fue creado por Ari Trausti Gudmundsson, geofísico y candidato presidencial.

El túnel te permite ver y vivir cómo es estar dentro de una cueva de hielo, aunque aún no sea invierno.

Si prefieres explorar un mundo subterráneo diferente, puedes hacer una excursión desde la ciudad de Reikiavik, donde descenderás a la cámara de magma vacía de un volcán inactivo. Aquí, podrás apreciar inusuales formaciones rocosas y los intensos colores de las paredes del volcán. La increíble magnitud de esta cámara de magma te dejará asombrado, sin lugar a dudas.

Finalmente, pasarás tu última noche en Islandia en un alojamiento de Reikiavik. Si no estás demasiado cansado después del viaje, puedes pasarte por uno de los muchos restaurantes o bares de la capital para comer o tomar algo.

Este día marca el fin de tus aventuras por Islandia.

Si tu vuelo de regreso a casa sale pronto, te deseamos un buen viaje. Sin embargo, si no tienes que embarcar hasta más tarde, puedes seguir descubriendo la vibrante capital de Islandia. Recuerda llegar al aeropuerto con tiempo suficiente para devolver tu coche de alquiler y tomar tu vuelo. 

Si tu vuelo sale más tarde hoy y decides visitar la Blue Lagoon hoy, terminarás tu estancia descansando antes de dirigirte al aeropuerto. Es el lugar perfecto para relajarse mientras uno se baña en las cálidas aguas ricas en minerales y echa la vista atrás para recordar la increíble aventura vivida en la 'Tierra de Hielo y Fuego'.

Otra opción es pasar tiempo en Reikiavik para seguir explorándola.

Si aún no has estado en la iglesia de Hallgrimskirkja, deberías pasarte por la mañana. La arquitectura de la iglesia se inspiró en algunas de las muchas columnas de basalto de Islandia, como las que visitaste en Gerduberg, en la península de Snaefellsnes.

Al otro lado de la calle de la iglesia se encuentra el jardín de esculturas de Einar Jonasson. La entrada al jardín es gratuita y puedes pasar tus últimas horas en Islandia admirando estas hermosas esculturas, que en su mayoría se inspiraron en la mitología y las leyendas populares islandesas.

Cuando llegue el momento de salir, conducirás por el desierto de lava negra en la península de Reykjanes hasta el Aeropuerto Internacional de Keflavik. ¡Que tengas un buen vuelo y vuelve pronto!