Tour A tu Aire 8 Días de Verano Personalizado en Fiordos del Oeste y Península Snaefellsnes de Islandia

Tu coche te estará esperando en el Aeropuerto Internacional de Keflavik, para que puedas comenzar inmediatamente este viaje por carretera en Islandia.

Para empezar, te recomendamos que visites algunas de las espectaculares zonas de la volcánica Península de Reykjanes. Alberga hermosos pueblos pesqueros, características geotérmicas y una escarpada costa.

Al norte de la Península de Reykjanes se encuentra la ciudad de Keflavik, a unos 47 km de Reikiavik. Cuenta con el Museo del Mundo Vikingo y el Museo Islandés del Rock'n'Roll.

También en la misma zona se encuentra Sandgerdi, un pueblo pesquero que sirve de centro de biología marina para estudiantes e investigadores.

Visitar la Blue Lagoon el primer día también es posible. Está a un corto trayecto en coche desde el aeropuerto de camino a Reikiavik. Darte un baño en la laguna es muy relajante después de un largo vuelo.

Las aguas reparadoras de la Blue Lagoon contienen sílice y azufre, lo que beneficia a muchas personas con diversas afecciones cutáneas. Con una temperatura media de 37-39 ºC, Blue Lagoon ofrece una sensación confortable y relajante tanto en la zona de baño como en la de nado.

Una alternativa a Blue Lagoon es la Sky Lagoon, ubicada en Reikiavik. Con su piscina infinita, vistas al océano y el tradicional ritual de baño Skjol de siete pasos, no hay forma más relajante de empezar tus vacaciones en Islandia. Con la entrada premium 'Ser', podrás hacer uso de los vestuarios privados.

Tras registrarte en tu hotel de Reikiavik, aprovecha al máximo su céntrica ubicación en una de las ciudades más apasionantes de Europa. Explora sus museos, calles comerciales, restaurantes y cafés.

Si deseas disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, dirígete a Perlan, en lo alto de la colina Oskjuhlid. Perlan, o "La Perla", es un museo que presenta un diseño único. Está formado una cúpula de cristal giratoria que lo convierte en uno de los monumentos más emblemáticos de Reikiavik.

También puedes visitar la gran Hallgrimskirkja, una increíble estructura imponente de 74,5 m de altura. El diseño de la iglesia se inspiró en la naturaleza islandesa, como las montañas, los glaciares y las columnas hexagonales de basalto que rodean la cascada Svartifoss.

Otra opción hoy es visitar la famosa calle principal Laugavegur e ir de compras. Si te entra hambre, encontrarás muchos restaurantes y cafés en la popular Laugavegur.

Incluso podrías apuntarte a alguna actividad desde la capital, como montar a caballo o avistar ballenas si tuvieras mucho tiempo adicional. Pasarás la primera noche en uno de los cómodos alojamientos de Reikiavik.

El segundo día pon rumbo a los Fiordos del Oeste, una ruta con muchos altos en el camino.

El Oeste de Islandia es famoso por la diversidad de su belleza natural y cultural. En Borgarnes, puedes visitar una exposición sobre los asentamientos islandeses. El museo cuenta con dos exposiciones interactivas: la Edad de los Asentamientos y el vikingo y poeta Egil Skallagrimsson de la Saga Egils.

Aquí aprenderá todo sobre el descubrimiento de Islandia y cómo llegaron los primeros colonos. Las exposiciones interactivas hacen que este museo sea muy interesante, especialmente para los más pequeños.

En el Oeste de Islandia se encuentra también el manantial de aguas termales más potente de Europa, el Deildartunguhver. Situado en Reykholtsdalur, el manantial termal de Deildartunguhver posee un caudal rápido de 180 litros por segundo. Sus aguas presentan una temperatura constante de 97 ºC, por lo que puede resultar peligroso acercarse demasiado, así que camina con precaución.

Recomendamos también ver las fascinantes cascadas de Hraunfossar y Barnafoss, ambas impresionantes por derecho propio. Hraunfossar y Barnafoss están situadas una al lado de la otra, a unos 15 m de distancia.

Hraunfossar es una serie de cascadas que brotan del campo de lava de Hallmundarhraun. Además, las cascadas fluyen desde salientes de rocas en la lava y vierten en el río Hvita. Por su parte, Barnafoss es una cascada rápida impregnada de una historia y un folclore intrigante.

Si te apasiona la historia, seguro que vas a disfrutar de la visita a Snorrastofa. Se trata de un instituto de investigación medieval de Reykholt, donde el colono Snorri Sturluson escribió la Saga Heimskringla en el siglo XIII.

En ruta desde la capital, también puedes hacer un breve descanso en Fossatun, una cascada que, según se dice, está custodiada por una mujer trol llamada Drifa.

Hoy podrías añadir una emocionante actividad: la visita a la cueva de lava Vidgelmir o explorar el increíble interior del glaciar Langjokull a través de una serie de túneles artificiales.

Una vez que te adentres en los místicos paisajes de los Fiordos del Oeste, puedes pasar por el pueblo de Holmavik. Esta localidad alberga el increíble Museo de Brujería y Hechicería.

Aquí podrás sumergirte en la magia de los primeros islandeses y aprender cómo utilizaban varas y hechizos para mejorar sus vidas y arruinar las de sus vecinos.

Al final del día, pasarás la noche en un alojamiento de esta remota región que son los Fiordos del Oeste.

Tras un buen desayuno al comienzo del quinto día, es hora de alcanzar a la parte sur de los Fiordos del Oeste. 

Toma la carretera hacia Dyrafjordur, donde encontrarás el rastro del héroe de la saga vikinga Gisli Sursson y el precioso Jardín Botánico de Skrudur. Gisli Sursson es el principal protagonista de la saga de Gisla, escrita antes de mediados del siglo XIII.

Era un poeta proscrito que fue castigado por vengar a su hermano adoptivo. Se dice que la saga de Gisla contiene varios versos escritos por el propio Gisli.

Por su parte, el Skrudur es el jardín botánico más antiguo de Islandia, fundado en 1909. Alberga una amplia colección de flores, plantas y árboles, y ofrece a los visitantes un ambiente refrescante y tranquilo.

Tras apreciar la belleza de Skrudur, continúa hasta el casco antiguo de Hrafnseyri, donde podrás visitar un museo dedicado a otro héroe, Jon Sigurdsson, que fue decisivo en la batalla de Islandia por la independencia de Dinamarca en la década de 1940.

Curiosamente, el Museo Jon Sigurdsson se ubica en el interior de un edificio tradicional islandés conservado que fue la antigua casa de Sigurdsson. Muestra varias exposiciones sobre la vida de Sigurdsson, documentos históricos, fotos y artefactos.

Desde allí, dirígete a la cascada de Dynjandi. La estruendosa Dynjandi es una serie de cascadas de más de 100 m de altura, lo que la convierte en la mayor de la región. Al contemplar la cascada de Dynjandi, observarás que el agua cae en forma trapezoidal.

Tras contemplar la belleza y magnitud de esta cascada, dirígete al imponente acantilado de 444 m de altura de Latrabjarg, el punto más occidental de Europa. Aquí podrás ver más de cerca algunas de las muchas especies de aves marinas que anidan en Islandia, como los frailecillos.

Te sorprenderá saber que el refugio que ofrecen los acantilados hace de Latrabjarg uno de los mejores lugares de Islandia para la observación de aves. Ten mucha precaución y no te acerques demasiado a las aves. Los frailecillos suelen anidar en acantilados y puedes correr el riesgo de resbalar.

Además, a estos frailecillos les encanta escarbar, lo que hace más inestable la superficie del borde del acantilado. Además de frailecillos, en la zona abundan otras especies como araos, charranes árticos, patos eider y skúas.

Después de otro día lleno de acontecimientos y bellas vistas, pasarás la noche en tu alojamiento de los Fiordos del Oeste.

Comienza el día con una visita a las arenas doradas y rojizas de Raudisandur o un relajante baño en la piscina natural de agua caliente de la Reserva Natural de Vatnsfjordur. Raudisandur es una playa de los Fiordos del Oeste conocida por sus arenas rojizas y doradas. Se trata de un rasgo único, ya que la mayoría de las playas islandesas son de arenas negras.

La playa de Raudisandur también se halla cerca de Latrabjarg, los acantilados más altos de Europa para la observación de aves. Una vez allí, verás frailecillos y otras especies de aves que se dirigen al océano.

Por otro lado, la Reserva Natural de Vatnsfjordur es una zona árida y rocosa con tierras bajas prácticamente cubiertas de abedules. También presume de una rica avifauna, con unos 20 tipos de aves que residen en la zona.

Además, podrías ver visones y zorros correteando por la reserva natural, mientras que las focas se pueden ver nadando en el océano. Sin embargo, lo más destacado de Vatnsfjordur son los manantiales de agua geotérmica y una piscina donde podrás bañarte.

Después de relajarte en la piscina geotérmica, puedes conducir hasta Brjanslaekur, en los Fiordos del Oeste, cruzando la bahía de Breidafjordur. Una vez que subas al ferry Baldur, este te llevará hasta el pueblo de Stykkisholmur en la Península de Snaefellsnes.

¡Lo mejor es que el billete para el viaje en ferry está incluido en este tour!

Desde allí, puedes explorar las vistas únicas de la zona, incluido el glaciar Snaefellsjokull en el Parque Nacional Snaefellsjokull. También puedes visitar la playa negra de Djupalonssandur, la cala de Dritvik y las pequeñas aldeas con encanto de Arnarstapi, Hellnar y Budir.

Si te sobra tiempo, puedes subir a un snowcat hasta la cima de Snaefellsjokull. Esta actividad adicional comienza en la localidad de Grundarfjordur, donde un guía te llevará al pie de la montaña. Montarás en un vehículo especialmente construido para manejar los agrestes paisajes glaciares de Islandia. 

Una vez allí, cambiarás a un snowcat y ascenderás a este magnífico glaciar que se asienta sobre un volcán de 7000 años de antigüedad, que apareció en la novela de Julio Verne ‘Viaje al Centro de la Tierra’.

Después de todas estas hermosas paradas, pasarás la noche en el área de Snaefellsnes.

Hoy puedes dedicar más tiempo a explorar los lugares de interés de la Península de Snaefellsnes.

Puedes apuntarte a una excursión en un barco vikingo especializado en sushi, donde podrás degustar marisco capturado ante tus propios ojos. Entre los mariscos más frescos que podrás probar se incluyen cangrejos, erizos y vieiras, por nombrar algunos.

Esta experiencia única te permite disfrutar de los mares abiertos de la zona y de unas vistas impresionantes mientras te das un festín de marisco variado.

Además, puedes visitar la cueva de tubos de lava de Vatnshellir. Estos tubos de lava se formaron tras una erupción volcánica hace unos 8000 años.

Al adentrarte en la cueva, aprenderás sobre la geología y el folclore de Islandia. Cuenta la leyenda que los trolls residían en estas cuevas, convirtiéndolas en su hogar.

Si prefieres saltarte las cuevas de lava, puedes hacer senderismo entre Hellnar y el pueblo pesquero de Arnarstapi. Hellnar es un antiguo pueblo que solía ser una de las mayores estaciones pesqueras de la Península de Snaefellsnes.

Hellnar alberga increíbles formaciones rocosas a lo largo de la costa. No te pierdas Valasnos, un acantilado saliente que cambia de color según las condiciones meteorológicas, la hora del día y los movimientos del mar.

Al explorar Arnarstapi, verás una playa en la que destaca Gatklettur, un arco de piedra circular erosionado. Este lugar es uno de los favoritos de los fotógrafos, ya que la luz del sol golpea las espectaculares olas, creando un espectáculo visual.

También puedes dedicar más tiempo a la fotografía a lo largo de los acantilados.

Los acantilados de Malarrif son la herencia de las erupciones volcánicas del famoso volcán Snaefellsjokull, y allí también se encuentran los impresionantes escollos marinos, Londrangar.

Las pilas marinas de Londrangar son acantilados de basalto, restos de un antiguo cráter volcánico. El acantilado presenta dos pilares de 75 y 61 m de altura respectivamente.

Curiosamente, la zona está impregnada de mitos y folclore. Los granjeros optaron por no utilizar los campos que rodean los acantilados de basalto, creyendo que allí vivían duendes.

Una vez que hayas disfrutado plenamente de la península, vuelve hacia el sur, en dirección a Reikiavik, y dedica algo más de tiempo a explorar la capital de Islandia.

Después de otro día lleno de visitas y sitios de interés, puedes pasar la noche en Reikiavik.