Lo mejor para hacer en Islandia
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Islandia es una tierra de fuertes contrastes, y el ejemplo perfecto de ello es que puedes pasearte por el interior de un volcán dormido y, poco después, explorar la belleza etérea de una cueva glaciar.
Forjada en fuego y hielo, Islandia posee una fuerza vital única en el mundo que le viene dada por la energía que esconde en su interior. Los elementos geológicos y geotérmicos ofrecen actividades turísticas muy atractivas, y no debes dejar pasar la ocasión de visitar las cuevas hielo y de lava.
Si vas a visitar Islandia entre noviembre y marzo, tendrás la oportunidad de entrar a una cueva de hielo glaciar. La increíble belleza que emana del interior de un glaciar trasciende a la condición humana y, junto a la energía geotérmica de Islandia, te puede hacer sentir muy cerca de los orígenes de la Tierra.
Como el 11 % de la superficie de Islandia está cubierta por glaciares, en la gruesa capa de hielo que los conforma se pueden encontrar infinidad de cuevas, que se forman en verano, cuando el agua del deshielo se cuela por las capas de hielo y esculpe túneles que se pueden explorar durante los meses más fríos del invierno. Estas grandes cavidades heladas suelen absorber toda la luz que les llega, lo que genera un espectáculo de tonalidades azules refulgentes único en el mundo.
Debido a que el agua de deshielo glacial forma las cuevas durante el verano, están continuamente evolucionando, cambiando y moviéndose, prometiendo una experiencia completamente nueva y única en su tipo.
Nadie, por mucha experiencia que tenga, debería aventurarse en una cueva de hielo sin un guía, y con la gran oferta de tours guiados que existe, no hay excusa para no ir.