Guía de Viaje a la Cueva de Leidarendi

Foto del Tubo de Lava de Leidarendi | Aventura en la Cueva desde Reikiavik

Leidarendi es un tubo de lava situado en un campo de lava cercano a Blafjoll, las Montañas Azules, en el suroeste de Islandia, a unos 25 minutos en coche de Reikiavik. Los viajes por sus profundidades revelan una gran riqueza de conocimientos sobre la historia, la geología y el folclore islandeses.

Explora esta cueva con un guía experto en esta Excursión de Aventura en la Cueva. Como alternativa, si Reikiavik es tu base, aprovecha al máximo la ciudad en una excursión desde Reikiavik.

Geología de Leidarendi

Leidarendi son, de hecho, dos cuevas, formadas por dos erupciones separadas en la explosiva Península de Reykjanes, una hace dos mil años y la otra hace mil.

Durante cada una de ellas, los ríos de lava se enfriaron lentamente desde el exterior a medida que se desplazaban desde sus cráteres en erupción. Sobre el líquido fundido se formó un caparazón de roca dura que, al salir, dejó un tubo hueco. En este caso, las dos cuevas colapsaron una dentro de la otra, dejando un camino circular con algunas cámaras ocultas.

Tras otro derrumbe desde arriba, Leidarendi se hizo accesible.

Leidarendi destaca por sus paisajes increíblemente diversos y coloridos, considerándose un excelente ejemplo de tubo de lava en Islandia. Su bella gama de colores procede de los minerales que trajo consigo la una erupción: el rojo, del hierro; el amarillo, del azufre; y el verde, del cobre.

Una característica distintiva de Leidarendi son las diversas escamas de lava que se han desprendido de sus paredes y techo debido a las heladas y la erosión. Dichas escamas indican las diferentes corrientes de lava que han fluido por este lugar a lo largo del tiempo.

En la cueva, verás también paredes pulidas por las corrientes de lava junto con estalagmitas, estalactitas y otras fascinantes formaciones. Es esencial que no te las lleves, ya que, al contrario que en las cuevas de piedra caliza, nunca vuelven a crecer.

En invierno, es probable que veas relucientes esculturas de hielo natural en la cueva, lo que añade aún más belleza al lugar, que ya de por sí parece sacado de otro mundo. 

Folclore y Misterios en Leiarendi

Foto del Tubo de Lava de Leidarendi | Aventura en la Cueva desde Reikiavik

Históricamente, las cuevas de lava eran temidas y evitadas a toda costa. En invierno, pueden ser increíblemente peligrosas, con rocas dentadas, suelos resbaladizos y una negrura tan oscura que es imposible moverse por ellas una vez sin luz.

En la época preindustrial, muchas personas perdían la vida al caer en cuevas o al meterse en ellas para calentarse cuando viajaban y quedaban atrapadas en su interior. Por ello, se desarrolló el folclore en torno a ellas, para garantizar que tanto adultos como niños se mantuvieran alejados de ellas.

El elemento principal era que se decía que eran el hogar de los trolls. Los trolls eran considerados orgullosos, estúpidos, brutales y mágicos, y en la mayoría de las historias se comían a cualquiera que no pudiera burlarlos por la más mínima razón. Entrar en la casa de un troll era, por tanto, jugar con fuego.

Sin embargo, existían otras razones, aparte de los peligros naturales y sobrenaturales, para que los islandeses evitaran las cuevas. Poco después de su colonización, se convirtieron en el hogar de bandidos y forajidos que, expulsados de la sociedad por el Parlamento islandés, se refugiaban en ellas para evitar a las autoridades y saquear a los viajeros.

A medida que Islandia se modernizaba y desarrollaba más la industria y el Estado de Derecho, los bandidos cavernícolas prácticamente desaparecieron. Sin embargo, ni su historia ni su estigma terminaron aquí.

Sin los sistemas de seguridad social que existen hoy en día, los islandeses pobres que no podían permitirse un lugar donde vivir tenían que elegir entre morir congelados en octubre o abandonar las ciudades en busca de una cueva vacía a la que llamar hogar. Este triste capítulo de la vida de muchos islandeses duró hasta bien entrado el siglo XX.

No se piensa que Leidarendi tuviera un troll específico habitando en ella. Tampoco se sabe si algún notorio bandido se alojó en la cueva y es poco probable que algún pobre se viera obligado a mudarse a ella. Sin embargo, guarda un oscuro secreto.

En las profundidades de uno de sus corredores más largos, ahora protegido por una cadena, Leidarendi tiene un esqueleto erosionado.

Bastan unos minutos de observación para darse cuenta de lo que es: un carnero desplomado. Cuando se descubrió por primera vez, causó un gran revuelo, ya que en un principio se creyó que había sido derribado por un bandido; después de todo, el castigo por robar una oveja en diferentes épocas en Islandia era la muerte, por lo que tendría sentido utilizarlo como escondite.

Sin embargo, los huesos de la oveja fueron datados con carbono y parece tener poco más de cien años. Los analistas resumieron que probablemente se refugió en Leidarendi al huir despavorida de una erupción volcánica, o bien buscando protección durante una violenta tormenta. Parecía tener las patas rotas antes de morir.

Teniendo en cuenta que está justo al fondo de la cueva, es un testimonio de lo fácil que es perderse en la oscuridad del mundo subterráneo. También es un duro recordatorio de lo dolorosa e implacable que puede ser la muerte en una cueva de lava para los que no están preparados.

Visitar Leidarendi

Debido a los peligros de las cuevas de lava, solo deben visitarse con un guía en una excursión autorizada. Los guías conocen a la perfección las cuevas de lava, están formados para ayudar en caso de emergencia y te proporcionarán todo el equipo adecuado.

Los principales componentes son un casco y una linterna, sin los cuales nadie debería estar bajo tierra en ninguna circunstancia. En invierno, también se proporcionan crampones.

Para preparar una excursión a Leidarendi, conviene llevar botas resistentes, guantes para protegerse y ropa de abrigo para todo el año que no le importe que se estropee. Los impermeables serán de agradecer, ya que la roca de lava es porosa y tiende a filtrarse mucha agua por el techo.

Con todo ello, cualquier persona de pies robustos y que no tenga miedo a los espacios pequeños podrá disfrutar aquí de una exploración segura, bella y educativa.