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Guía de Viaje a los Restos del Avión DC-3

4.8
36 Reseñas verificadas
Tipo
Atracciones culturales, Playa
Distancia desde el centro
45.9 km
Temporada alta
Winter
Ideal para familias
Puntuación media
4.8
Número de reseñas
36

Los famosos restos del avión DC-3

Los restos del avión DC-3 son un famoso lugar situado en el Sur de Islandia, cuyo casco oxidado descansa sobre inquietantes arenas negras. Los restos del avión son un lugar muy apreciado por los fotógrafos locales y visitantes, gracias al inhóspito y salvaje paisaje que lo rodea y a su increíble contraste visual con el retorcido metal del avión.

Visita los restos del avión DC en una excursión por la Costa Sur. Los paquetes de vacaciones que incluyen la Costa Sur, como esta Aventura de Verano de 6 Días, suelen visitar los restos del avión si las condiciones lo permiten. Si haces un tour a tu aire en coche, como este Viaje de 10 Días por Carretera, podrás desviarte fácilmente hasta allí. Del mismo modo, si alquilas un coche, puedes visitarlo por tu cuenta.

Historia

La aeronave, un Douglas R4D-8, Super DC-3, estaba originalmente en posesión de la Marina estadounidense y se consideraba un símbolo de la edad de oro del transporte aéreo.

Utilizado originalmente como avión de carga, la Marina estadounidense sobrevolaba Islandia de forma rutinaria durante la década de los 70 como parte de su acuerdo unilateral de defensa con el país. Islandia es miembro de la OTAN y las fuerzas estadounidenses tuvieron una base permanente en la isla hasta 2005.

El avión se estrelló en Solheimasandur el miércoles 21 de noviembre de 1973, alrededor de las 14:00 horas, según informó la Red de Seguridad Aérea. Volaba desde Hofn, en la costa oeste de Islandia, y a bordo viajaban siete tripulantes.

Nadie sabe a ciencia cierta por qué se estrelló el avión. Algunos culpan al hielo de dañar la estructura del avión; otros dicen que los propulsores no funcionaron correctamente. Algunos dicen que fue un percance del piloto, que creyó que los propulsores no funcionaban cuando en realidad sí lo hacían.

Sea como fuere, poco importa, ya que nadie resultó herido en el accidente. El aterrizaje forzoso se realizó en un río helado de la costa y, aunque el hielo se rompió, el avión no se hundió.

En los años transcurridos desde su rocoso aterrizaje, los restos del avión DC-3 han soportado las inclemencias meteorológicas de Islandia: lluvias torrenciales, heladas y fuertes vendavales. Hoy día, las alas del avión ya no están unidas, y solo cuenta con media cola, con rumores que afirman que un granjero local cobró por la cola hace mucho tiempo.

No se espera que los restos del avión permanezcan allí para siempre. Solheimasandur es una llanura glaciar, lo que significa que si se produce una erupción bajo el glaciar Myrdalsjokull, existe la posibilidad de que las aguas lo arrastren.

Es realmente un caso de ‘cuando haya una erupción’, no si la hubiera, ya que Myrdalsjokull cubre Katla, uno de los volcanes más explosivos y regulares del país.

Cómo Llegar

Los restos del avión DC-3 bajo la aurora boreal.Foto por Thomas Tucker

Si deseas visitar los restos del avión de DC-3, puedes apuntarte a una excursión organizada a pie, a caballo o en quad que te llevará hasta el lugar.

También puedes optar por encontrar los restos del naufragio por tu cuenta. Sin embargo, para llegar a ellos hay que caminar, ya que conducir sobre la arena se considera conducción fuera de ruta, lo que conlleva multas muy elevadas.

Un aparcamiento de reciente construcción junto a la carretera principal permite a los visitantes dejar sus vehículos y dirigirse al lugar, en un trayecto de aproximadamente dos horas.

Ahora, es posible también tomar un autobús lanzadera hasta los restos del avión. El autobús circula con regularidad y puede reservarse con antelación.

Asimismo, hay que tener en cuenta que, como al no tratarse de una atracción natural, ni ser un elemento permanente, a los islandeses no les preocupaba demasiado en el pasado que los visitantes se subieran a los restos para hacer fotos. Sin embargo, actualmente hay un cartel del propietario del terreno en el que se indica que no está permitido subirse, lo cual debe respetarse.

Aunque no toques nada, debes extremar las precauciones al moverte entre los restos para no hacerte daño con el metal oxidado.

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