Guía de Viaje sobre Vestmannaeyjar (Islas Vestman)

Las Islas Vestman, o Vestmannaeyjar, son un archipiélago de 15 islas y 30 escollos rocosos frente a la Costa Sur de Islandia. Además de su increíble belleza natural, las islas albergan la mayor población mundial de frailecillos nidificantes en verano y están impregnadas de una fascinante historia.

Descubre estas islas con tours, excursiones y paquetes de vacaciones a las Islas Vestman. 

Historia de las Islas Vestman

La historia de las Islas Vestman es intrigante y oscura al mismo tiempo. Comienza en los albores de la historia de Islandia, con la primera familia que se asentó en esta remota localización.

La primera persona famosa que se estableció de forma permanente en Islandia fue un hombre llamado Ingolfr Arnarson, si bien no vino solo, pues le acompañaban su esposa Hallveig Frodadottir y varios esclavos. Unos años más tarde, su hermanastro se uniría a él en el país, pero encontró la muerte a manos de dos de sus propios hombres capturados.

Estos esclavos trataron de huir y esconderse para escapar de la venganza de Arnarson. Llegaron a las Islas Vestman, pero, desgraciadamente, fueron encontrados por el 'Padre de Islandia' y asesinados en represalia.

Desde entonces, las islas llevan el nombre de estos hombres. Se trataba de esclavos irlandeses y, en aquella época, a los irlandeses se les denominaba 'Hombres del Oeste' (Westmen), ya que se creía que Irlanda era la masa de tierra más occidental antes del descubrimiento de Islandia.

Este brutal inicio sería un indicio de los acontecimientos posteriores que ocurrirían en el archipiélago y le darían forma.

La isla más grande, Heimaey, fue colonizada en los primeros tiempos y sus habitantes vivían de los fértiles océanos, los frailecillos y los huevos. La vida era dura pero llevadera hasta que en 1627 ocurrió una terrible tragedia.

En el apogeo del Imperio Otomano, los piratas berberiscos de Argel dominaban los mares y consiguieron llegar a esta pequeña isla. Se apoderaron de ella durante tres días antes de volver a casa con 237 esclavos.

La gran mayoría de ellos vivieron el resto de sus vidas en la esclavitud, aunque algunos fueron rescatados en 1638.

Las tribulaciones del viaje y su cautiverio fueron recogidas en una novela de un sacerdote que logró escapar en 1628.

Desgraciadamente, no fue la última gran calamidad que se abatió sobre las islas.

En el siglo XX, parecía que las Islas Vestman habían superado sus penurias, se habían modernizado y estaban mejor conectadas con el continente. Sin embargo, en 1973 volvió a sufrir nuevas calamidades.

A las 01.55 horas de la madrugada del 20 de enero, una fisura se abrió en medio de la localidad de Heimaey y el hasta entonces desconocido volcán Eldfell entró en violenta erupción. En cuestión de horas, desgarró la isla, arrojando fuentes de lava a gran altura y gases nocivos a la atmósfera.

Por increíble que parezca, nadie murió. Por suerte, existía un plan de emergencia para situaciones de estas características y las tormentas de los días anteriores hicieron que toda la flota pesquera estuviera atracada en el puerto. La totalidad de la población de la isla fue puesta a salvo.

Sin embargo, había mucho por hacer. La ciudad contaba con 5300 hogares y las autoridades islandesas estaban desesperadas por hacer lo que pudieran para ayudar a protegerlos. En aquel momento, Estados Unidos disponía de una base de la OTAN en el país y se solicitó su ayuda.

Al bombear agua de mar sobre los grandes frentes de lava, fue posible enfriar la roca fundida, ralentizarla y cambiar su dirección.

Esta técnica innovadora, hasta entonces nunca realizada, resultó especialmente eficaz para proteger el puerto. En un momento dado pareció que la erupción podría haberlo cerrado por completo, destruyendo de hecho la economía de la isla. Sin embargo, al rociar la lava, el puerto se cerró más y mejoró.

Cuando terminó la erupción, la isla se repobló lentamente hasta alcanzar el 85 % de su población anterior. Aproximadamente una quinta parte de las construcciones quedaron destruidas.

Aun así, la ciudad contaba ahora con una larga extensión de terreno generado donde construir una pista de aterrizaje, y, por supuesto, un volcán en su centro para atraer a los visitantes. Desde entonces, las Islas Vestman se han recuperado como popular destino turístico.

Las Islas Vestman Hoy Día

En la actualidad, las Islas Vestman atraen desde hace años a miles de visitantes por diversos motivos. Muchos desean explorar el cráter de Eldborg y conocer a fondo la erupción visitando el Museo Eldheimar. Otros acuden por las increíbles oportunidades que ofrece la naturaleza.

Ante todo, la isla destaca por la posibilidad de observar frailecillos. Diez millones de frailecillos anidan en Islandia entre mayo y septiembre, y son los que más acuden a las Islas Vestman.

Anidan en acantilados, peñascos y chimeneas marinas, y se pueden ver fácilmente simplemente caminando o viajando en barco. Hacia el final de la temporada, muchos de los frailecillos se confunden con las luces de la ciudad al intentar llegar al océano y acaban en las calles; por eso es tradición entre los niños recogerlos y tirarlos al mar.

Algunos jóvenes con visión de negocio solían incluso recogerlos y "venderlos" a los turistas para que los soltaran.

Los frailecillos son solo una de la treintena de especies que anidan en las islas, pero son con diferencia las más abundantes.

Las Islas Vestman también ofrecen algunas de las mejores oportunidades de avistamiento de ballenas del país, con rorcuales comunes, rorcuales aliblancos y ballenas jorobadas en verano, mientras que durante todo el año también es posible ver orcas.

Heimaey alberga el primer santuario de belugas del mundo. A cambio de una cuota de donación a la organización benéfica, los visitantes pueden conocer a la 'Pequeña Blanca' y la 'Pequeña Gris' en su hábitat de la bahía de Klettsvik.

Que Hacer en las Islas Vestman

A continuación, te mostramos una lista de ideas de cosas que hacer en las Islas Vestman.

1. Visita la isla de Heimaey: Es la isla más grande del archipiélago y alberga a la mayor parte de la población local. Ofrece multitud de actividades al aire libre, como rutas de senderismo, observación de aves y paseos en barco.

2. Explora el volcán Eldfell: Este volcán entró en erupción en 1973, provocando la evacuación de la población de la isla. Hoy en día, se puede caminar hasta la cima de Eldfell para contemplar el cráter y disfrutar de las espectaculares vistas del paisaje circundante.

3. Descubre Storhofdi: Es el punto más meridional de la isla y un lugar popular para la observación de aves. Se pueden ver frailecillos, araos y otras aves marinas anidando en los acantilados.

4. Conoce el Museo Eldheimar: Este museo cuenta la historia de la erupción volcánica de 1973 y su impacto en la comunidad local. Muestra exposiciones sobre la historia de la isla y la erupción, y cuenta con un teatro que proyecta una película sobre la erupción.

5. Apúntate a un paseo en barco: Varias empresas ofrecen excursiones en barco por las islas, una forma estupenda de ver la escarpada costa y la variedad de fauna de la zona, como ballenas, delfines y aves marinas.

6. Visita el Acuario de Sæheimar: Este acuario alberga una gran variedad de animales marinos, como frailecillos, focas y diversas especies de peces. Además, ofrece exposiciones sobre la historia de la pesca en la zona y el entorno marino local.

7. Camina por el valle de Herjofsdalur: Este valle está situado en el lado oeste de la isla y ofrece varias rutas de senderismo. También alberga una antigua granja y una iglesia histórica.

8. Disfruta de la cocina local: Las Islas Vestman son conocidas por su marisco fresco, sobre todo cigalas y bacalao. En la isla encontrarás restaurantes que ofrecen platos locales, así como cocina tradicional islandesa.

Cómo Llegar a las Islas Vestman

El ferri Herjolfur zarpa hacia las Islas Vestman desde la localidad de Landeyjahofn, en la Costa Sur de Islandia, para realizar el trayecto más corto. En malas condiciones, sobre todo entre noviembre y marzo, puedes partir de Thorlakshofn. También es posible volar a las islas desde el Aeropuerto Nacional de Reikiavik.