Litli Barinn: Reseña del Restaurante
Una noche, de forma algo espontánea, unos cuantos compañeros de trabajo decidimos tomar algo y salir a cenar después de trabajar. Aprovechamos la oportunidad para visitar un pequeño y acogedor local que queríamos probar y que está escondido en una tranquila calle residencial del centro de Reikiavik.
El restaurante y bar Litli Barinn acaba de abrir a principios de 2024, si bien ha ido ganando adeptos rápidamente. Ya habíamos oído que tenían unos cócteles estupendos, una buena selección de bebidas y exquisitas opciones de comida a precios razonables. Teniendo en cuenta esto último, sin duda sentíamos curiosidad por conocer este lugar en Reikiavik.
Happy Hour: Cócteles en abundancia
Wiktor es un galardonado coctelero y chef; ¡no me extraña que todo estuviera buenísimo!
Nos dirigimos a la calle Ránargata, a solo 5 minutos a pie de la plaza Ingolfstorg, y enseguida nos cautivó el ambiente. El Litli Barinn, situado junto a la entrada del hotel Local 101, es moderno y elegante, pero también cálido y acogedor. Resultó ser el lugar perfecto para charlar toda la noche, ya que las bebidas y la deliciosa comida superaron con creces nuestras expectativas.
Como fuimos directamente después del trabajo, llegamos en plena happy hour, es decir, entre las 15:00 y las 18:00 horas. Así pues, nada mejor que ir empezando a probar algunos de sus famosos cócteles.
De izquierda a derecha: Himbrimi Negroni, Spicy Mezcal Margarita y Whiskey Sour.
Nos dieron a probar varios entre la amplia gama. Para empezar, tomamos un Negroni hecho con la ginebra islandesa Himbrimi, un estupendo Whiskey Sour y un Spicy Mezcal Margarita, que podría ser el mejor de Reikiavik. Si te gustan los margaritas, hazte un favor y pídelos.
De izquierda a derecha: Fantásticos Bloody Mary, Nordic Bellini y Elderflower Spritz.
Lo siguiente fue una ronda de Elderflower Spritz, Nordic Blini y un Bloody Mary bastante singular. Cada uno tenía su favorito, pero yo me decanté por el refrescante Bellini. Me lo imagino como el capricho perfecto para los días soleados de Reikiavik.
¡Que empiece el festín!
De izquierda a derecha: Tomates marinados, brie fundido, huevos con salsa holandesa y pimiento asado para untar.
En cuanto a la comida, teníamos muchas ganas de probar todas las opciones del menú. Litli Barinn ofrece unos entrantes realmente interesantes y perfectos para compartir, así que pudimos probar un poco de la mayoría de los platos. Sin duda, es lo que recomendaríamos a quienes vayan.
Probamos los tomates de invernadero marinados servidos sobre skyr y cubiertos con almendras tostadas, el plato estrella de Litli Barinn. También probamos el pimiento asado y el ajo para untar y los huevos con skyr, salsa holandesa y huevas de lumpo. Tampoco nos podíamos perder el plato más popular de la carta, el delicioso brie islandés fundido.
El ganador de la noche fue el brie fundido del Litli Barinn, ¡aunque la batalla estuvo muy reñida!
Todos los platos fueron excepcionales, sobre todo los huevos, que junto con las huevas saladas combinaban de maravilla. Además, nos sirvieron un exquisito pan horneado en abundancia en el lado, y fácil de pedir extra si era necesario, para no dejar nada en el plato.
Eso sí, la estrella de la noche para todo el grupo fue el queso brie fundido. Miel, pistacho y romero lo cubrían a la perfección, especialmente al servirse con pan recién horneado ligeramente salado. Solo por esto ya merece la pena ir a probarlo, ¡estoy deseando repetir!
La Wild Ale de Grugg og Makk era de lo más refinada y refrescante.
Después de la ronda de entrantes, pudimos probar una cerveza islandesa bastante especial que, incluso no siendo una persona aficionada a la cerveza, me gustó mucho. En la actualidad, no está en el menú, pero puede que llegue en el futuro, ya que la selección de bebidas se actualiza constantemente y se amplía con nuevas e interesantes opciones. Recomendamos encarecidamente probar algunas de las bebidas más singulares que se ofrecen.
Todos los platos y muchos otros artículos se compran de segunda mano, lo que le da un encanto muy hogareño.
Llegó la hora de los platos principales. Compartimos los cinco del menú, todos ellos con originales combinaciones de sabores que nos despertaron la curiosidad. Me entusiasmaron las remolachas dulces con pesto y almendras sobre col y skyr. El sándwich club con pollo y panceta crujiente estaba buenísimo.
También probamos el pan de centeno con paté de hígado de bacalao y la salchicha de cordero, de elaboración propia. Fue el plato más sorprendente de la noche, que acabó siendo uno de los favoritos.
El último plato fue la sopa de tomate asado, una de las mejores que habíamos probado. Estaba cubierta con pesto, picatostes y tomillo ártico, lo que añadía un toque de naturaleza islandesa al plato.
¡Todos los platos en Litli Barinn se preparan con ingredientes de elaboración propia!
Todo lo que probamos era absolutamente fantástico, y nos encantó poder degustar los diferentes platos del menú. Se nota que han pensado mucho en la selección y que se han esforzado en cada detalle. Todo sale a pedir de boca.
Merece la pena destacar que muchos de los ingredientes son de elaboración propia, como todos los encurtidos. El sándwich club venía con unos palitos de apio en escabeche que no nos cansamos de probar y que a nuestro compañero, que odia el apio, le fascinó. Otros platos incluyen también verduras en escabeche en diferentes presentaciones, un menú en constante evolución.
El sándwich club está tan bueno como parece y el apio encurtido estaba increíble.
Con los platos principales, pasamos a la selección de vinos. Litli Barinn dispone de muchas opciones, incluidos vinos naturales, con una gama que desean ampliar en el futuro. Nos gustó mucho el Montepulciano d'Abruzzo, y algunos del grupo optaron por el Santa Julia El Burro, un vino tinto natural. Ambos eran nuevos para nosotros y complementaron muy bien la exquisita comida.
El postre perfecto para acabar la noche
Litli Barinn cuenta con una amplia e interesante selección de vinos.
Aunque habíamos llegado bastante temprano, el local empezaba a llenarse en ese momento. Había otra reserva en nuestra mesa, así que nos dirigimos a la acogedora zona de salón para degustar el plato más importante de cualquier establecimiento de comida: el postre.
La zona del salón es un rincón apartado al otro lado del comedor, así que tienes bastante intimidad y puedes disfrutar de estar en tu propia burbuja. Nos decantamos por las dos tartas diferentes que ofrecían, una de zanahoria y otra de chocolate. Las servían con abundante nata montada, ¡y ambas opciones resultaron ser veganas!
La tarta de zanahoria estaba riquísima.
Ahora tenemos un pequeño debate, ya que algunos del equipo eligieron la tarta de zanahoria como la mejor. Aunque estaba realmente deliciosa, la elección científicamente correcta y obvia fue la tarta de chocolate, ya que estaba divina.
Por sí sola, una visita ya vale la pena. Se puede saborear la calidad del chocolate utilizado en la receta, con los copos de coco y el ligero crujido de las almendras de la parte superior lo realzaban que hacen de esta tarta una maravilla junto a una taza de café o té después de cenar.
Si prefieres la tarta de zanahoria, no te decepcionará. Sea cual sea tu elección, lo importantes siempre es no saltarse el postre.
Un fuerte competidor para la mejor tarta de chocolate de Reikiavik.
Todos los miembros de nuestro grupo quedaron encantados con el resultado de esta velada espontánea, y todos coincidimos en que nos encantaría repetir. Nos gustaron especialmente todos los platos pequeños, y los precios asequibles hacen que puedas probarlos todos sin que tu cuenta bancaria planee un acto de venganza.
Puedes entrar en Litli Barinn para tomar un café, un plato pequeño con una bebida o una cena completa sin tener que tomar una gran decisión. Asimismo, es estupendo que la comida sea bastante sana, nutritiva y elaborada con ingredientes locales, por lo que puedes darte un capricho sin pensarlo demasiado y te sentirás bien después.
Todo esto hace de Litli Barinn un lugar muy especial en la oferta gastronómica de Reikiavik. Merece la pena visitarlo cuando estés en la capital de Islandia y, si quieres hacerte una mejor idea del ambiente, echa un vistazo al vídeo de nuestra visita.
En definitiva, nos lo pasamos muy bien probando los variados cócteles y platos increíbles del menú. Realmente se trata de uno de los bares y restaurantes con mejor relación calidad-precio en Reikiavik. ¡Precios razonables y comida exquisita te esperan!
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