Guía de Viaje a Sandvik y Puente Entre Continentes

Sandvik, en el extremo suroeste de la península de Reykjanes, es un destino popular entre los viajeros, conocido sobre todo por albergar el Puente entre Continentes.

Descubre esta localización haciendo un tour a tu aire en coche por Islandia.

Foto superior de Wikimedia, Creative Commons, por josef knecht. Sin editar.

Puente Entre Continentes

Este puente cruza simbólicamente la Falla del Atlántico Medio, el valle entre las placas tectónicas norteamericana y euroasiática. Islandia es el único lugar donde esta grieta puede verse sobre tierra firme, creada por un florecimiento volcánico bajo ella que tuvo lugar hace 16 millones de años y continúa en la actualidad.

El valle atraviesa la península de Reykjanes, recorre la Costa Sur, y luego cruza la isla por Parque Nacional Thingvellir, las Tierras Altas de Islandia, y el área del lago Myvatn. Así, los Fiordos del Oeste y Reikiavik están en Norteamérica, mientras que los Fiordos del Este y el Parque Nacional Vatnajokull se hallan en Europa.

La grieta posee varios kilómetros de ancho, por lo que el puente de Sandvik es simbólico; aunque se camina en dirección a la grieta, no se cruzan realmente los continentes. No obstante, es una experiencia divertida para ser consciente de la geología del país, así como una experiencia educativa para los más jóvenes. Muchos carteles en la zona dan explicación a las fuerzas que aquí actúan.

Cómo Llegar a Sandvik y Puente Entre Continentes

Sandvik se visita a menudo en las excursiones por la península de Reykjanes y se puede llegar a ella en una hora en coche desde Reikiavik. Además, se ubica convenientemente cerca de Aeropuerto Internacional de Keflavik, siendo una primera parada perfecta para quienes alquilan un coche.

Esto se debe especialmente a la inmensa de información disponible en el lugar, no solo sobre el valle del Rift, sino también sobre Islandia en general.

Otros lugares de interés en la península de Reykjanes son la zona geotérmica de Seltun, la cueva de Leidarendi, el lago Kleifarvatn y, por supuesto, Blue Lagoon. Se trata de una bella región a la vez que austera, un páramo volcánico que vale la pena explorar para los que dispongan de tiempo. A menudo, solo quienes viajan entre el Aeropuerto Internacional y la capital se paran a descubrirlo.