Es más que posible viajar por Islandia de manera económica, siempre y cuando seas consciente de los riesgos financieros y cómo ahorrar en gastos. Antes de llegar a Islandia, asegúrate de tomarte un tiempo para evaluar tu presupuesto y elegir el alojamiento y el coche de alquiler de manera adecuada.
Comprar alcohol en la tienda libre de impuestos, o en Vínbúðin (la licorería patrocinada por el estado) es una forma segura de evitar los altos costes de beber en un bar. Casi todos los bares en la capital islandesa, Reikiavik, también tienen happy hour cada día, reduciendo aún más el precio
Otra forma de ahorrar en gastos es evitando las tiendas de conveniencia 10/11. A pesar de su abundancia en Islandia, los precios son notoriamente más altos que en otras tiendas, como Bónus y Krónan. En ese sentido, tampoco hay necesidad de comprar agua embotellada en Islandia, ya que el agua procedente de los glaciares del país, del grifo y el agua de manantial son perfectamente potables.
En cuanto a la cocina, uno debe controlar cuánto gasta en restaurantes. Las ofertas de descuento generalmente son alrededor de la hora del almuerzo, lo que lo convierte en un mejor momento para comer fuera, mientras que cocinar en casa reducirá radicalmente lo que estás pagando por la comida.
Está claro que evitar algunas de las atracciones más caras, como Blue Lagoon, te ayudará a mantener un presupuesto más ajustado. De hecho, gran parte de Islandia se puede disfrutar completamente gratis. Reikiavik es la ciudad perfecta para viajeros con poco presupuesto, ya que cuenta con muchos atractivos culturales, rutas de senderismo y puntos de interés.
Por supuesto, evita los taxis a toda costa y ten en cuenta los cargos de servicio propuestos por tu banco. Siguiendo estos útiles consejos, debería ser fácil mantener tus gastos al mínimo mientras viajas por Islandia.